22 de diciembre de 2024

El plástico se ha convertido en un material complementario para casi todas, por no decir todas, las actividades comerciales e industriales actualmente. La bolsa en la que recibimos nuestros productos en el micromarket del barrio, la botella descartable de gaseosa, el envase en la que se entregan alimentos o hasta la pequeña bolsa con burbujas de aire que protegen los componentes electrónicos de una sofisticada máquina, todo está hecho de plástico. Inclusive las medicinas que se entregan en una farmacia, las recibimos en bolsas plásticas.

Se sabe que el plástico es tan utilizado para casi todo debido a su gran resistencia y durabilidad, sin embargo, esto está generando un desequilibrio ambiental ya que la mayor parte del plástico que se usa, queda a la deriva en los vertederos de desechos, la gran mayoría tras hacer sido utilizados una sola vez.

Una bolsa plástica tarda unos 50 años en degradarse, una botella de plástico tarda unos 500 años y esa escala va en aumento con otros productos plásticos, pero en todo ese tiempo en el que el plástico se degrada, ocurren silenciosamente varias cosas de mucha importancia y de gran impacto ambiental.

El plástico ante la exposición a la luz solar, produce y libera metano y etileno, dos potentes gases que generan efecto invernadero, de hecho, científicos afirman que los materiales de polietileno de baja densidad utilizados para almacenar alimentos, textiles, materiales de construcción y diversos artículos de plástico que acaban en el océano, pueden seguir emitiendo gases de efecto invernadero aún sin el contacto con la luz del sol. Pero, ¿Qué es el efecto invernadero?

El Efecto Invernadero es un fenómeno natural beneficioso para nosotros. Determinados gases presentes en la atmósfera retienen parte de la radiación térmica emitida por la superficie terrestre tras ser calentada por el sol, manteniendo la temperatura del planeta a un nivel adecuado para el desarrollo de la vida. En otras palabras, el efecto invernadero es el fenómeno natural que en condiciones normales permite la vida del planeta tierra tal y como la conocemos. Los plásticos al producir y liberar gases de efecto invernadero, están desequilibrando el normal funcionamiento de este fenómeno, al aumentar la proporción de gases de efecto invernadero por encima de las concentraciones normales, el efecto invernadero natural terrestre se ha multiplicado, dando lugar a un fenómeno perjudicial. La consecuencia principal: el progresivo calentamiento global.

Pero, ¿Podemos hacer algo al respecto? Claro que podemos, con el simple hecho de disminuir el uso de bolsas plásticas en nuestras actividades diarias, contribuimos de gran manera a frenar el efecto invernadero. Al ir de compras al supermercado podemos llevar con nosotros una bolsa de tela. Una sola bolsa de tella reemplaza el uso de mil bosas plásticas, si en toda la comunidad tomamos conciencia de esto y empezamos a utilizar bolsas de tela, el impacto beneficioso será mayor. Otro de los aspectos fundamentales para disminuir los niveles de desechos plásticos es la reutilización y el reciclado de estos materiales, botellas de gaseosas de todos los tamaños, recipientes de comida y alimentos, cubiertos, etc., entre otros tantos productos plásticos, pueden ser reutilizados y reciclados para evitar que terminen en el basurero y posteriormente en los vertederos de desechos.

Finalmente, podemos apoyar la producción de bolsas biodegradables, fabricadas con materias primas naturales amigables con el medio ambiente, bolsas que se biodegradan de forma natural sin emitir ningún tipo de gases. Este tipo de bolsas biodegradables se encuentran disponibles para diversos usos, desde bolsas comunes para las compras habituales en mercados o supermercados, pasando por bolsas para basura y deshechos hasta bolsas de lavado que se desintegran a cierta temperatura del agua y no dejan desechos tóxicos.

Estamos a tiempo de tomar conciencia del daño que causamos al medio ambiente y la sostenibilidad de nuestro hermoso planeta y está en nuestras manos actuar ahora, con simples hábitos podemos generar un gran impacto positivo y entre más personas lo hagamos, mayor beneficio podemos generar.

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